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Los incentivos al rendimiento son una estrategia ampliamente reconocida tanto en el sector público como en el privado para mejorar el rendimiento y la motivación de los empleados.
En esencia, los incentivos al rendimiento están diseñados para vincular las recompensas y el reconocimiento directamente a la consecución de metas y objetivos específicos.
Los incentivos al rendimiento son recompensas o compensaciones que se ofrecen a los empleados en función de su capacidad para alcanzar o superar objetivos o criterios de rendimiento predefinidos relacionados con el trabajo.
Las organizaciones utilizan estos incentivos para motivar a los empleados, aumentar la productividad y alinear los esfuerzos individuales con los objetivos más amplios de la empresa.
Un Fondo de Incentivo al Rendimiento de las Ventas (FRIV) es un incentivo al rendimiento a corto plazo utilizado para motivar a los equipos de ventas a alcanzar objetivos específicos o impulsar las ventas de determinados productos. Suele incluir bonificaciones, premios o comisiones al margen de la remuneración ordinaria o del plan de incentivos al rendimiento.
Los incentivos basados en el rendimiento son recompensas vinculadas directamente a la consecución de objetivos o parámetros específicos por parte de un individuo. Estos incentivos son una parte fundamental de un sistema de incentivos basado en el rendimiento y están diseñados para impulsar una mayor productividad, eficiencia y resultados en el lugar de trabajo.
Algunos ejemplos de incentivos al rendimiento son:
Un plan de primas para incentivar el rendimiento es un sistema de recompensa estructurado en el que los empleados reciben una compensación adicional en función de sus resultados.
Este tipo de plan de incentivos se utiliza para reconocer y recompensar a personas o equipos que alcanzan o superan objetivos predefinidos.
Los planes de bonificación son un elemento clave de cualquier sistema de incentivos basado en el rendimiento, ya que motivan a los empleados mediante recompensas económicas vinculadas directamente a sus contribuciones.
Existen varios tipos de incentivos de remuneración por rendimiento que se engloban en un programa más amplio de incentivos por rendimiento:
Cada tipo apoya un sistema de incentivos basado en el rendimiento al alinear la remuneración con resultados mensurables.
Sí, los incentivos financieros pueden impulsar significativamente el rendimiento de la empresa cuando se integran en un plan de incentivos al rendimiento bien estructurado. Alinean las metas de los empleados con los objetivos de la organización, aumentando la motivación, la concentración y la responsabilidad.
Sí, en la mayoría de las jurisdicciones, los incentivos al rendimiento se consideran parte de la renta imponible. Ya se trate de una gratificación, una tarjeta regalo o una comisión, los empleados suelen estar obligados a pagar impuestos por estas recompensas, al igual que los salarios normales.

Los planes de incentivos basados en el trabajo en equipo, la participación en las ganancias y los programas de reparto de beneficios son ejemplos de programas de incentivos al rendimiento destinados a promover el rendimiento del grupo. Estos planes recompensan el éxito colectivo y fomentan la colaboración, alineándose con sistemas más amplios de incentivos basados en el rendimiento.